LA TOLERANCIA.
El diccionario de la Real Academia Española define a la tolerancia como el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.
El concepto se origina en el latín tolerare (“soportar”, “sostener”) y hace referencia al grado de aceptación respecto a un elemento contrario a una regla moral, civil o física.
En otras palabras, la tolerancia es la actitud que una persona tiene respecto a aquello que es diferente de sus valores.
Ser tolerante es lo mismo que ser respetuoso, indulgente y considerado con los demás. Es una cualidad personal que se define como el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás, aunque sean diferentes o contrarias a las nuestras. Ser tolerante es ser condescendientes y permisivo con alguien a causa de las circunstancias que medien, es no impedir que haga lo que éste desee, es aceptar y admitir la diferencia o la diversidad. Para que los niños y jóvenes establezcan buenas relaciones con sus semejantes, es necesario que aprenda a ser tolerante desde muy pequeño.
Aprender a ser tolerante
La tolerancia juega un papel muy importante en las relaciones de los chicos con sus iguales y con su familia. Es importante que ellos escuchen las ideas y las opiniones de sus amiguitos, que acepten sus criterios aunque sean distintos a los suyos, y que consigan ponerse de acuerdo con sus compañeros durante un juego, en alguna actividad o en un aula.
La tolerancia les ayuda a que tengan una buena integración a un grupo o equipo. El niño no nace tolerante. Su conducta natural es que todo sea para sí, y que todos estén de acuerdo con él, por lo que es indispensable que el proceso de aprendizaje acerca de la tolerancia, empiece desde bien temprano.
El niño puede aprender a ser tolerante:
- Cuando sus padres también lo son
- A través de cuentos e historias
- Por las actividades que desarrolla
- A través de los juegos
- En el convivio con los demás niños
- Aprendiendo a respetar las diferencias
- Conociendo diferentes culturas
- A través de los viajes en familia
- Conociendo los beneficios de la conciliación, de la paz
- Compartiendo, sin pelear
- Aprendiendo a no burlarse de los demás
Así que chicos y compañeros maestros les invito a practicar la tolerancia en cada aspecto de nuestras vidas, es decir en nuestras relaciones con los compañeros de aula, escuela, amigos, familia, pareja, trabajo, etc. y así viviremos en armonía y respeto mutuo.
Ahora les invito a leer un cuento acerca de la tolerancia.
Furmiga, el fútbol de las hormigas
Por aquellos días, el gran árbol hueco estaba rebosante de actividad. Se celebraba el campeonato del mundo de furmiga, el fútbol de las hormigas, y habían llegado hormigas de todos los tipos desde todos los rincones del mundo. Allí estaban los equipos de las hormigas rojas, las negras, las hormigas aladas, las termitas... e incluso unas extrañas y variopintas hormigas locas; y a cada equipo le seguía fielmente su afición. Según fueron pasando los partidos, el campeonato ganó en emoción, y las aficiones de los equipos se fueron entregando más y más, hasta que pasó lo que tenía que pasar: en la grada, una hormiga negra llamó "enanas" a unas hormigas rojas, éstas contestaron el insulto con empujones, y en un momento, se armó una gran trifulca de antenas, patas y mandíbulas, que acabó con miles de hormigas en la enfermería y el campeonato suspendido.
Aunque casi siempre había algún problema entre unas hormigas y otras, aquella vez las cosas habían llegado demasiado lejos, así que se organizó una reunión de hormigas sabias. Estas debatieron durante días cómo resolver el problema de una vez para siempre, hasta que finalmente hicieron un comunicado oficial:
"Creemos que el que todas las hormigas de un equipo sean iguales, hace que las demás actúen como si se estuvieran comparando los tipos de hormigas para ver cuál es mejor. Y como sabemos que todas las hormigas son excelentes y no deben compararse, a partir de ahora cada equipo de furmiga estará formado por hormigas de distintos tipos"
Aquella decisión levantó un revuelo formidable, pero rápidamente aparecieron nuevos equipos de hormigas mezcladas, y cada hormiga pudo elegir libremente su equipo favorito. Las tensiones, a pesar de lo emocionante, casi desaparecieron, y todas las hormigas comprendieron que se podía disfrutar del deporte sin tensiones ni discusiones.
NOTA:este cuento es para niños, pero nos haría bastante más falta a muchos mayores. Para que recordemos que debemos ser más tolerantes.
Autor.. Pedro Pablo Sacristan