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jueves, 29 de noviembre de 2012

DISOLUCIONES, SUSPENCIONES, COLOIDES Y EMULSIONES


Ahora jóvenes expongo un tema importante de química ya que muchos de los materiales que utilizamos en nuestra vida diaria forman parte de estos tipos de mezclas, muchos alimentos son mezclas.

 

DISOLUCIONES

 

Son mezclas homogéneas: las proporciones relativas de solutos y solvente se mantienen en cualquier cantidad que tomemos de la disolución (por pequeña que sea la gota), y no se pueden separar por centrifugación, ni filtración.

La disolución consta de dos partes: soluto y solvente.

Cuando la sustancia se disuelve, esta desaparece.

Al disolver una sustancia, el volumen final es diferente a la suma de los volúmenes del disolvente y el soluto.

Las propiedades químicas de los componentes de una disolución no se alteran.

El tamaño de sus partículas es el tamaño es menor a 0,001 μm.

Sus componentes se separan por cambios de fases, como la fusión, evaporación, condensación, etc.

Tienen ausencia de sedimentación, es decir, al someter una disolución a un proceso de centrifugación las partículas del soluto no sedimentan debido a que el tamaño de las mismas son inferiores a 10 Angstrom ( Å ).

Se encuentran en una sola fase.

Permiten el paso de la luz.

Son transparentes

 

SUSPENCIONES

Son mezcla heterogénea formada por un sólido en polvo y/o pequeñas partículas no solubles (fase dispersa) que se dispersan en un medio líquido (fase dispersante o dispersora). Cuando uno de los componentes es agua y los otros son sólidos suspendidos en la mezcla, son conocidas como suspensiones mecánicas.

Son turbias.

No permiten el paso de la luz

Las suspensiones se diferencian de los coloides o sistemas coloidales, principalmente en el tamaño de las partículas de la fase dispersa. Las partículas en las suspensiones son visibles a nivel macroscópico (mayores a 1 µm, y de los coloides a nivel microscópico (entre 1 nm y 1 µm). Además al reposar las fases de una suspensión se separan, mientras que las de un coloide no lo hacen. La suspensión es filtrable, mientras que el coloide no es filtrable.

COLOIDES

Son mezclas heterogéneas formadas por dos o más fases, principalmente: una continua, normalmente fluida, y otra dispersa en forma de partículas por lo general sólidas. La fase dispersa es la que se halla en menor proporción. Normalmente la fase continua es un líquido, pero pueden encontrarse coloides cuyos componentes se encuentran en otros estados de agregación.

Reflejan la luz, a esto se le conoce como efecto Tyndall

Son transparentes algunas turbias.

El nombre de coloide proviene de la raíz griega kolas que significa «que puede pegarse». Este nombre que hace referencia a una de las principales propiedades de los coloides: su tendencia espontánea a agregar o formar coágulos.

 

Los coloides también afectan el punto de ebullición del agua y son contaminantes.

Los coloides se diferencian de las suspensiones químicas, principalmente en el tamaño de las partículas de la fase dispersa. Las partículas en los coloides no son visibles directamente, son visibles a nivel microscópico (entre 1 nm y 1 µm), y en las suspensiones sí son visibles a nivel macroscópico (mayores a 1 µm). Además, al reposar, las fases de una suspensión se separan, mientras que las de un coloide no lo hacen. La suspensión es filtrable, mientras que el coloide no es filtrable

Las partículas tienen movimiento en zigzag llamado movimiento browniano.

 

EMULSIONES

Es una mezcla de líquidos inmiscibles de manera más o menos homogénea. Un líquido (la fase dispersa) es dispersado en otro (la fase continua o fase dispersante). Muchas emulsiones son de aceite/agua, con grasas alimenticias como uno de los tipos más comunes de aceites encontrados en la vida diaria. Ejemplos de emulsiones incluyen la mantequilla y la margarina, la leche y crema,  la mayonesa. En el caso de la mantequilla y la margarina, la grasa rodea las gotitas de agua (en una emulsión de agua en aceite); en la leche y la crema el agua rodea las gotitas de grasa (en una emulsión de aceite en agua).

Con partículas de 400 a 600 nanómetros de diámetro.

El proceso en el que se preparan las emulsiones se llama emulsificación.

Las emulsiones son parte de una clase más genérica de sistemas de dos fases de materia llamada coloides. A pesar que el término coloide y emulsión son usados a veces de manera intercambiable, las emulsiones tienden a implicar que tanto la fase dispersa como la continua son líquidos.

Existen tres tipos de emulsiones inestables: la floculación, en donde las partículas forman masa; la cremación, en donde las partículas se concentran en la superficie (o en el fondo, dependiendo de la densidad relativa de las dos fases) de la mezcla mientras permanecen separados; y la coalescencia en donde las partículas se funden y forman una capa de líquido.

sábado, 24 de noviembre de 2012

¿SABES PERDONAR?

¿Acumulas resentimientos y tu espiritu experimenta depresión? No ser franco con tu pareja, es la chispa que hará estallar tu relación.

Quizás pierdas a un amigo... o al amor de tu vida. Hablar a tiempo te ahorrará muchos sinsabores
 
 
Esta ocasión comparto contigo algo que leí y me gusto mucho, espero también a ti......

Cuando en una relación tu pareja te ofende y no se lo dices, es como si fueras guardando los malos detalles en un "costalito" al más puro estilo "Santa Claus" solo que tu cargamento no es tan emocionante de llevar ¿verdad?

Tu cargamento de rencores y resentimientos lo cargas a tus espaldas... ¡Eres un tonto! y va a tu costal...

Llega tarde a la hora a la que tú la citaste, estás que hierves como olla express por dentro

"¿que se ha creído?" y cuando te pregunta "¿estas enojado (a) mi amor?" y tu le respondes con un coraje mal disimulado "no mi amor, no te preocupes..." ¡Es otra más a tu costal!

y para no hacerte larga la historia, después de un ciento de "detallitos", tu pareja llega contigo y te dice en plan de broma

"Que, ¿Estás de malas?" y paaass también lo avientas a tu costal, pero ya lo tienes lleno, ya no lo puedes soportar...

¡y pooom! le azotas en la cara todo...si... todo lo que tenías guardado, acumulado de mucho tiempo...

¡Te has convertido en un León rugiente! tu novio (a) sorprendido y ofendido te responde "¿¿¡¡Sólo por eso te molestas!!??" y le sacas toda la lista de navidad... ¿Y tu creías que no te afectaba tolerar pequeñas cosas de tu pareja?

¿Moraleja? No te guardes nada. Dile a tu novio (a) lo que sientes y no te gusta. Hazlo con tacto pero con claridad ¡Tira tu costal!

Que no haya ningún lugar en el que tu guardes rencores. Siempre exprésale a tu pareja lo que sientes.

Al fin y al cabo un noviazgo se basa en una relación de armonía y comprensión mutuas.

Y si tu amor no te escucha ni acepta lo que le dices, no puede ser tu pareja duradera y es mejor que lo sepas a tiempo.


Edgar Martínez

domingo, 11 de noviembre de 2012

Gratitud "valor"


La gratitud es el sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera. Amistad. Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato. Confianza. Esperanza firme que se tiene de alguien o algo. Fidelidad. Observancia de la fe que alguien debe a otra persona.

El agradecimiento surge cuando una persona se siente en deuda con otra porque le ha procurado algún bien, le ha prestado un servicio o le ha hecho algún regalo. La persona agradecida se alegra por los bienes recibidos, los reconocen y están dispuestas a corresponderles. No se trata de devolver favor con favor ni regalo con regalo, sino de sentir y expresar admiración y gratitud por las cualidades humanas de quienes nos honran con sus dones.
Cada uno tiene mucho que agradecer, y cuidar lo recibido es una forma de hacer evidente nuestro reconocimiento. Entre los bienes que más agradece el hombre se encuentra la vida, la salud, la amistad, la lealtad y la enseñanza de sus antecesores.
La gratitud y el reconocimiento son los mejores regalos que puede recibir una persona en cualquier época y lugar del mundo.

PARA SER AGRADECIDOS...
• Admitamos que necesitamos a los demás.
• Reconozcamos las obras de los otros.
• Incluyamos en nuestro lenguaje expresiones de agradecimiento.
• Aceptemos que muchas de las cosas buenas que tenemos se deben a lo que otras personas nos han dado: amor, protección, cuidados, talento, sabiduría.

Su opuesto es
Luz interior
Hay quienes creen que todo lo bueno que tienen lo han conseguido solos. Por orgullo o, a veces, por simple desatención, no saben reconocer el apoyo que les dieron los demás en un momento o circunstancia determinados. Esas son las personas desagradecidas. Aunque parezca increíble pueden llegar al extremo de criticar o incluso hacer daño a quienes los ayudaron. A veces se cierran todas las puertas. A veces no, pues la generosidad nunca termina. Sin embargo, como no saben experimentar agradecimiento, se sienten solos, no descubren que los demás los quieren y que merecen ese cariño. Su malestar crece a cada día y los entristece. El que agradece abre las cortinas de su alma: permite que entre el sol y proyecta hacia afuera su propia luz.
 
Viviendo el valor
 El valor de la gratitud se ejerce cuando una persona experimenta aprecio y reconocimiento por otra que le prestó ayuda. No consiste, necesariamente, en “pagar” ese favor con otro igual, sino en mostrar afecto y guardar en la memoria ese acto de generosidad. Más que centrarse en la utilidad práctica del servicio recibido, pondera la actitud amable de quien lo hizo.
 Aprende a dar las gracias
Ya hemos visto qué es la responsabilidad: aplicarnos con dedicación a lo que nos corresponde; por ejemplo, que el señor barrendero limpie la calle sin dejar un solo papel. Ya vimos también qué es la generosidad: cuando damos más allá de lo que nos corresponde. Por ejemplo, el maestro que se preocupa por explicarnos de nuevo lo que todos ya entendieron.
 La alegría que esos favores despiertan en nuestro corazón se llama gratitud. Se manifiesta hacia afuera cuando decimos “gracias” con una sonrisa, cuando le hacemos saber a la persona que nos ayudó lo importante que fue para nosotros ese detalle inesperado (no importa si fue un objeto, un consejo o un pañuelo desechable cuando nos vieron llorar). Pero la gratitud no se reduce a una palabra ni se queda en la superficie: enriquece y transforma nuestra vida cuando mantenemos presente ese acto de afecto para con nosotros. A través de ella nos sabemos queridos por los demás. A través de ella, sabemos querer a los demás.
 Para la vida diaria
 ·Aprende a usar la fórmula que no falla. “Por favor” indica que pedimos algo especial. “Gracias” indica que reconocemos la ayuda.
·Piensa y reconoce todo aquello que recibes de los demás. Exprésalo a tu estilo: con palabras, con un abrazo, con un carta.
 ·Ve construyendo una cadena de favores: cuando tu recibas uno, haz otro, y pide a esa persona que siga extendiendo la red de ayuda y gratitud.
·No agradezcas sólo los bienes materiales. La ayuda que va más allá de los objetos es tal vez la más valiosa.
 
Por el camino de la gratitud
 ·Vence tu orgullo, piensa en quienes te han dado la mano a lo largo de la vida. Comprende que te ayudaron a ser quien eres.
·La gratitud no es un intercambio de objetos: “tú me diste, yo te di”. Significa, más bien, “tú te esforzarte por mí, yo estoy dispuesto a hacerlo por ti.”
·No sólo hay que dar las gracias a quienes están vivos y cerca de nosotros. Reconoce en tu corazón a quienes te ayudaron aunque no vivan o se encuentren lejos.

Ahora como siempre les comparto u cuento acerca de este valor.
 
EL LEÓN Y EL RATÓNLuego de una dura jornada de caza el león se echó a descansar debajo de un árbol. Cuando se estaba quedando dormido, unos ratones se pusieron a jugar a su alrededor. De pronto, al más travieso le dio por esconderse entre la melena del león, con tan mala suerte que lo despertó. Muy malhumorado, el león agarró al ratón entre sus garras.
¿Cómo te atreves a perturbar mi sueño, bicho miserable? ¡Voy a darte tu merecido! rugió abriendo de par en par sus enormes mandíbulas, dispuesto a engullirse al ratoncito de un mordisco.
Por favor no me mates, león. Yo no quería molestarte. Si me dejas ir te estaré eternamente agradecido alcanzó a decir el pequeño roedor, tan tembloroso de miedo que al león le pareció cómico, y hasta simpático.
¡ja, ja, ja! se carcajeó de buena gana el león. ¡Una pequeña cosa como tú ayudándome! ¡no me hagas reír!
Pero la pequeñez de ratón y su miedo a ser comido lo conmovieron y terminó dejándolo ir. Semanas más tarde, el león cayó en la red de unos cazadores ilegales. Su rugido de angustia resonó por la selva entera y llegó a oídos del pequeño ratón, el cual, sin pensarlo dos veces, corrió en su ayuda. Al verlo el león le dijo:
Hola amiguito ¡qué alegría verte! mira la situación en que me encuentro. Pronto vendrán los cazadores y me matarán. No te preocupes, león. Tú me dejaste vivir, y eso es algo que no se olvida.
Apenas dijo esto, cortó con sus pequeños y afilados dientes el nudo de la red que apresaba al león y lo dejó libre.

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
 
Bueno amigos nos encontramos en la próxima.